Pan de Sarraceno (%50)
DÍAS DE ELABORACIÓN
En amarillo los días que se elabora.
Nuestro pan de sarraceno ecológico es una fusión equilibrada entre lo rústico y lo nutritivo. Elaborado con masa madre de cultivo ecológica y harinas molidas a piedra —T80 y sarraceno, ambas de origen ecológico— este pan destaca por su autenticidad y profundidad de sabor.
Con un 50% de harina de sarraceno, ofrece un excelente compromiso entre textura, sabor y beneficios nutricionales. Su aspecto rústico y su aroma intenso evocan tradiciones artesanales, mientras que su perfil nutricional lo convierte en una opción ideal para quienes buscan una alimentación más saludable sin renunciar al placer del buen pan.
CÓMO LO ELABORAMOS
Nuestro pan de sarraceno se elabora cuidadosamente con una mezcla de harinas semi-integrales T80 y harina de sarraceno ecológica, ambas molidas en piedra para preservar al máximo sus nutrientes (conservación del germen) y sabor. Este pan contiene un 50% de sarraceno, que escaldamos previamente para mejorar su absorción de agua. Este proceso no solo mejora la jugosidad y conservación del pan, sino que también favorece una mejor asimilación de sus nutrientes.
La fermentación es otro de sus pilares: usamos masa madre de cultivo ecológico y le damos al pan una fermentación lenta de 48 horas, lo que potencia su perfil nutricional, mejora la digestibilidad y facilita la absorción de los micronutrientes presentes en los cereales.
El resultado es un pan con rusticidad pronunciada, miga densa pero húmeda, y una corteza marcada. Apostamos por un amasado muy moderado, lo justo para formar la estructura sin forzar la oxidación, lo que nos permite preservar todos los aromas naturales del cereal.
Una pieza honesta, nutritiva y sabrosa, que refleja el respeto por los tiempos, la materia prima y la tradición panadera.
QUÉ APORTA NUESTRO PAN
La harina T80 molida a piedra conserva el germen y parte del salvado del trigo, lo que aporta minerales, fibra y sabora la masa. El sarraceno ecológico, también molido a piedra, es una excelente fuente de proteínas, antioxidantes y micronutrientes, complementando el perfil nutricional del pan. Aunque contiene trigo y no es apto para personas celíacas, este pan representa un buen compromiso entre riqueza nutricional y profundidad de sabor. Su corteza caramelizada, fruto de la larga fermentación y la masa madre de cultivo, junto con su gran capacidad de conservación, lo convierten en una opción ideal para quienes valoran un pan auténtico, saludable y duradero.